martes, 29 de junio de 2010

NOCHE BLANCA


 






Fotografías tomadas durante la Noche Blanca en el Arco de Santamaría y la Plaza Mayor de Burgos.
La marioneta gigante se llama Salvador y el espectáculo lo representa Carros de Foc.

lunes, 21 de junio de 2010

REFLEJOS. La imagen habla por si sola







Reflejos es una coreografía interpretada por.... ¿alumnas?, no...., bailarinas de la escuela Hélade, durante el Festival Final de Curso.

sábado, 19 de junio de 2010

SORIA EN LA MEMORIA (y IV). Santo Domingo

Alfonso VIII tuvo una infancia azarosa. Su padre murió cuando tenia tres años, encontrándose en el centro de una turbulenta intriga medieval entre los linajes de los Castro, aliados de la regencia, y los pretendientes, la Casa de Lara. El caso es que  tierras sorianas fueron escenario de esta historia y en ellas se dio cobijo y protección al niño rey.

Cuando llegó a la mayoría de edad, quiso el rey agradecer a los sorianos su protección,  casándose en la Iglesia de Santo Domingo, reconstruyéndola sobre una anterior. El regalo no sólo fue a Soria, es un regalo para la vista, y si vas a la hora adecuada para el oído.


Volveré otra vez sobre el tema de Alfonso VIII, me parece un tipo interesante, y para los tiempos que le tocó vivir, un avanzado. Está claro que no podía substraerse a la época: fue cuñado de Ricardo Corazón de León, así que no me les imagino, en la cena de nochebuena, pugnando a ver quien hacia la cruzada más gorda.




Llego al frontón occidental de la iglesia con la tangencia de los rayos de sol acentuando el contraste de luces en las arquivoltas y el pantocrator, es la hora de vísperas, y las  monjas clarisas cantan, un regalo para el alma.

Y por cierto,  lo mismo que Alfonso VIII " el de las Navas" y  Leonor de Plantagenet, mis abuelos también se casaron aquí.

martes, 15 de junio de 2010

SORIA EN LA MEMORIA (III). De San Polo a San Saturio

El título de la entrada es poco original, lo sé, y puede que lo haya leído en algún sitio, pero es lo que hay , y   además, describe perfectamente el paseo.


Otro escenario de leyenda que envuelve el misterio:
Empecemos por el Monasterio de San Polo. ¿que meritos hizo Polo para ser santo?. Consultada la santopedia, no encuentro santo alguno con este nombre. ¿Quien era San Polo?. 

Hoy en día el paseo cruza una propiedad privada, pero, ¿que extraña servidumbre de paso  obligó a que el camino tenga que atravesar la nave del templo a través de un pasadizo con arcos?.





Todas las referencias llevan al origen templario del lugar, y en cada puerta, se recuerda la privacidad de la propiedad. Por eso husmeo por encima de las vallas, recordaba algo sobre estelas...., y allí había una.



Así que es poco lo que hay que ver, la fotografía la hago, pasando las lentes entre los barrotes,  con trípode por el uso de teleobjetivo y pobre luz ambiental, me siento casi un "paparazzi". Y una vez hecha, aliviado, sigo el paseo buscando la cruz que recuerda el sitio donde Manrique vió el rayo de luna que le hizo enloquecer.

Paso al lado de la..... ¿estatua? .....al olmo viejo y pienso.... "si  Machado levantara la cabeza".

 


Y llego a la ermita de San Saturio, este si que es santo, pero estaba cerrada. Normal, ¿a quien se le ocurre ir a San Saturio al anochecer?.



domingo, 13 de junio de 2010

SORIA EN LA MEMORIA (II). San Juan de Duero

San Juan de Duero está situado en la ladera oriental del Monte de las Ánimas a orillas del Duero. A la vista de la cartografía, me entra la duda de que si el topónimo va más allá  en el tiempo que la leyenda de Becker.


En el texto de Becker, Alonso cuenta a su prima Beatriz, el resultado de una bronca entre los templarios e hidalgos sorianos, para dirimir derechos de caza en aquellos pagos. La sangre debió llegar al Duero, con un resultado de tablas, quedando los difuntos resolver el empate cada noche de difuntos a las doce de la noche. Y desde entonces.......


Desde entonces dicen que cuando llega la noche de difuntos se oye doblar sola la campana de la capilla, y que las ánimas de los muertos, envueltas en jirones de sus sudarios, corren como en una cacería fantástica por entre las breñas y los zarzales. Los ciervos braman espantados, los lobos aúllan, las culebras dan horrorosos silbidos, y al otro día se han visto impresas en la nieve las huellas de los descarnados pies de los esqueletos. Por eso en Soria le llamamos el Monte de las Ánimas, y por eso he querido salir de él antes que cierre la noche.

Como es de todos sabido las ondas electromagnéticas son perjudiciales para espectros y ectoplasmas, así que la presencia de un repetidor de televisión en la ladera del monte, aparte de malograr los paisajes, provocó la emigración de esos entes a otras dimensiones.


Llego  a San Juan de Duero, pillado por las prisas, cuando presisamente para entrar aquí, hay que dejar el tiempo en la puerta. Siempre agradeceré a la señora de la taquilla el que me permitiera pasar gratuitamente y a Eolo que descorriera los negros nubarrones de la borrasca del cuarenta de Mayo que se cernia sobre Soria.


Independientemente de que el recinto sea un escenario de leyenda, para mi, es como si el paso del tiempo hubiera desbrozado lo accesorio y sólo quedara la exencia: la geometría. Sencillamente la magia se consigue con la maestría en el manejo del compás.


El interior de la iglesia es, también, de una abrumadora sencillez geométrica: arcos y rectas. Y en las tangencias, los capiteles.


Muy rapidamente repasé uno a uno todos los capitales, y uno me llamó, si cabe, más la atención. Posteriormente, en la visita virtual, me enteré, que el hombre cuya cabeza estaba a punto de ser cortada, era San Juan Bautista, patrón de la Orden de los Hospitalarios de Jerusalén, conocidos actualmente como Caballeros de Malta.





Por cierto, que una vez, sentado, leyendo y navegando por internet, me da  en la nariz, y es una opinión personal  y sin fundamento que lo justifique, que la bronca del Monte de las Ánimas, fué en realidad un pique entre los Hospitalarios y sus vecinos de San Polo, los Templarios.

miércoles, 9 de junio de 2010

SORIA EN LA MEMORIA ( I ). El puente del abuelo

 Tengo un cuartil de sangre soriana, mi abuela materna nació en el numantino pueblo de Garray, y en Soria conoció a mi abuelo, que trabajaba en la construcción del Puente de Hierro sobre el Duero. Pasear desde San Juan hasta San Saturio supone recordar viejas lecciones de lengua, en pupitres biplaza de tablero inclinado y tinteros, volver a leer las leyendas de Becker, recitar aquello de "al olmo viejo...." y tararear, como pasa el tiempo,  el magnífico estribillo de Gabinete Caligari "voy camino Soria...."



 
Salgo a caminar con una sonrisa dispuesto a encontrarme con las ninfas del Duero, o con furibundos esqueletos espectrales, envueltos en túnicas cruzadas, pero convencido, que un poco antes del anochecer, unas y otros, todavía no han salido. Pero lo  primero es lo primero, el puente de mi abuelo.


Y al final, efectivamente, el tiempo ha pasado cadencioso, como el Duero, la canción, compuesta por por Jaime Urrutia, es de 1987.





sábado, 5 de junio de 2010

MINERÍA A CIELO ABIERTO

La roca también es el soporte de la vida, el agua, fluye por ella, por eso no me he podido resistir a compartir este video.

jueves, 3 de junio de 2010

EL PICO FRENTES

El Pico Frentes es el extremo oriental de la Sierra Llana, según la cartografía del IGN, pero si ampliamos la escala, esta es la prolongación de la Sierra de Cabrejas. En cualquiera de los casos su silueta inconfudible que se alza sobre  la dehesa del "Monte de Valonsadero", convierte, a montaña y dehesa, en autenticos emblemas de Soria.


La subida es sencilla y comienza desde la urbanización de "La Toba", allí donde nos encontramos con el arroyo que viene de de Fuentetoba.


Fuentetoba, o mejor dicho, Fuente de la Toba, es un paraje compuesto por una surgencia, en donde se ha colocado una captación para abastecimiento de agua, una cueva, y una espectacular cascada de más de 15m en cuya base un rosario de pequeñas pozas recorre un pequeño laberinto de vegetación y depósitos de toba calcárea.


Desde Fuentetoba parte un sendero que lleva hasta el abandonado Convento de la Mongía para  desde allí ascender hasta los cortados calizos del Pico Frentes. Siguiendo la base de los cortados se gana paulatinamente altura hasta llegar a la cima.



La vista abarca desde el Pico Urbión hasta el Moncayo, pero en esta ocasión la maravilla era la puesta de sol. En definitiva una gozada de paseo de un poco más de dos horas.