En cierta ocasión, impartiendo un curso, en el que estaba hablando sobre la energía y sus unidades, y en concreto sobre lo que son las "calorías" y los "julios", uno de los asistentes afirmaba que el prefería asimilar las "kcal" antes que los "kJ" indicados en los valores energéticos de las etiquetas de los alimentos porqué así tomaba menos.
Basándome en tan curiosa filosofía decidí afrontar el paseo del sendero minero de Juarros a 263ºK y no a los -10ºC que indicaba el termómetro de mi coche a las 7:30 de la mañana.
El sendero es más bien un secuencia de pistas, caminos y un trocito de carretera, no es precisamente espectacular, pero tiene mucho encanto y ofrece, al menos, dos facetas: el suave paisaje y las minas. Y en esta ocasión ver salir el sol por encima de la sierra del Mencilla a -10º bajo cero. Pero para ello realizé un recorrido más largo, que incluía el alto de la Esculca y descender por el valle de arroyo Solechón.
La sierra del Mencilla desde el Alto de la Esculca (1213)
El valle del arroyo Solechón presenta este caótico aspecto. Las raíces de los pinos, que no son autóctonos, cuando crecen en un suelo con poco sustrato no soportan las duras condiciones climáticas.
La fuente kárstica de Brieva de Juarros es una parada obligada.
Y un poco antes de acabar la ruta, subir el alto del Sauce, desde donde, y como era la ocasión, se puede ver la Cordillera Cantábrica, la Cordillera Ibérica y la Cuenca del Duero.
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