A la vista de este paisaje, "La pradera de Valsaín", para poder construir en él una segunda residencia, habría que vivir en otros tiempos, tener un imperio a tus pies y llamarse Felipe.
Y así fué como Felipe II transformó un pabellón de caza, llamado "La Casa del Bosque" en un palacio. El sitio le gustó tanto, que incluso se barajó la posibidad de construir en él, lo que sería el Monasterio del Escorial. En la fotografía de la maqueta que se muestra en el Centro Nacional de Educación Ambiental, sólo se ve la mitad del palacio. Y a fe que lo aprevechó bien, en 1566 nació en él su hija Isabel Clara Eugenia y en 1570 se celebraron los fastos del enlace de Felipe con su cuarta esposa, Ana de Austria.
Un pavoroso incendio ocurrido durante el reinado de Carlos II acabó con el uso de la realeza de este palacio y hoy es una ruina que no da idea de su explendido pasado.
Aguzé el oido para ver si me llegaban los lejanos ecos de vihuleas, chirimías, sacabuches, dulzainas y flautas, y tambien las risas de las damas de aquella corte, pero no.... Sólo oí mugidos, el relincho de algún caballo, los trinos de los pajaritos, y por supuesto, una motosierra.
Sin embargo la corte no podía renunciar a disfrutar de tan explendido lugar, y así, Felipe V, con un evidente sentido de mejora, construyó muy cerca, el Palacio de La Granja. Pero eso es otra historia.
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