Lamentablemente las joyas del museo no se pueden fotografiar. Se encuentran en la planta -1 y son los cráneos mejor conservados del registro fósil humano, una pelvis de homo heidelbergensis y un bifaz considerado como la primera ofrenda de la humanidad.
En la planta dedicada a la evolución en términos biólogicos contrastan las magníficas reproducciones de los principales homínidos con la muestra de modernísimo arte que trata de representar el funcionamiento "eléctrico" del cerebro.
En la siguiente planta se aborda la evolución en términos culturales, en donde llama la atención la estructura metálica en cuyo interior se proyecta un envolvente "audiovisual" sobre el fuego.
Y en la planta superior se tratan los ecosistemas de la evolución.